Ciudades con Wifi
Ciudades con Wifi, retos, ventajas y problemas
Parece que la nueva tendencia en servicios públicos es el servicio Wifi gratuito y disponible para todos los ciudadanos. Sin lugar a dudas el mundo de Internet de las Cosas está explotando y los dispositivos conectados se encuentran en apogeo. Pero ¿qué sucede cuando viajamos a otro país, cuando necesitamos unos megas extra a los que no llega nuestra tarifa de datos o cuando no nos llega la cobertura? Muchas ciudades empiezan a ponerse las pilas y, de la misma manera, que existen servicios públicos de transporte o gestión de residuos empiezan a crearse servicios de redes Wifi públicas.
Ante esta nueva realidad, las ciudades, sus gestores y los ciudadanos nos enfrentamos a diferentes retos y problemas que debemos afrontar. ¿Serán las redes Wifi públicas las que se impongan para navegar por internet? ¿Son realmente necesarias? ¿Ante todas las ventajas que pueden aportar, serán lo suficientemente seguras? Parece que la primera tendencia se trata de una mega red Wifi que ofrece, además de conexión a internet, una red de servicios de apoyo al ciudadano.
Ventajas:
Trasporte público conectado con horarios de llegada precisos e interconexiones fáciles de ver.
Gestión de Tráfico de manera eficiente que mejorará con la llegada en masa de los coches conectados
Localización de aparcamiento libre en las zonas más concurridas.
Mantenimiento de la ciudad mediante una gestión eficiente de residuos y limpieza para mejorar la salubridad y el reciclaje.
Problemas:
El principal problema se encuentra en la seguridad. Recientemente un Hacker se conectó a la red Wifi de Tel Aviv y pudo acceder a toda la información de sus usuarios conectados. Ciertamente todos sabemos los problemas que tienen una red pública pero, si se instalan en las ciudades y su uso se generalizan, la seguridad más que pasiva deberá pasar a un plano activo con “vigilantes” y personas a su cargo.
En segundo lugar, la privacidad. Cuando nos conectamos a una red pública resulta muy sencillo comprobar quién está conectado, desde qué dispositivo y qué está haciendo. La conexión debe de ser segura y privada.
Retos:
Cobertura: ampliar la cobertura para llegar a zonas de difícil acceso de las redes habituales como en el Metro o aparcamientos subterráneos.
Velocidad: una de las mayores cuestiones. Cuantos más usuarios conectados, menos ancho de banda para cada uno. Le gestión del tráfico es una de las prioridades para que este tipo de redes públicas resulten efectivas.
Coste: en algunos casos son conexiones gratuitas y en otros de pago. La cuestión estará en alcanzar ese equilibrio perfecto para que la conexión sea eficaz.
Restricciones de tráfico: ¿qué tipo de archivos nos podremos descargar? ¿Qué tamaño tendrán? ¿Cuánto tiempo podremos estar conectados? Un modelo ilimitado de todas estas preguntas podría llevar a la red wifi de cualquier ciudad al caos, por lo que acertar mediante prueba-error será una de las tareas más importantes a efectuar para optimizar sus resultados.