Ya hemos recorrido buena parte del camino hacia la sociedad hiperconectada. El aumento exponencial de los datos es evidente. Las posibilidades alrededor de este fenómeno son inmensas. Pero los riesgos que comporta también, puesto que una recopilación y una analítica de datos tan precisas parecen muy cercanas a la mítica figura del Gran Hermano de Orwell.
El Big Data va a influir en todos los aspectos de nuestra vida y va a tener datos de todo tipo sobre nosotros. A partir de ahí una de las claves será el análisis de estos datos, pero también quién podrá acceder a ellos y cómo se gestionará o.
Sin duda alguna es importante que estos datos, además de ser analizados convenientemente, pasen el filtro de unos protocolos de seguridad exigentes, capaces de generar las compuertas necesarias que impidan problemas en este sentido. Se trata, por supuesto, de un reto mayúsculo, ya que a un análisis de esta cantidad ingente de datos hay que unir la seguridad necesaria y rápidamente adaptable. Los ataques a la seguridad informática son cada vez más sofisticados y tienen una increíble capacidad de adaptación y escalado.
El temor a que todo esto se convierta en una suerte vigilancia intensiva es lógico. Nuestra privacidad, así como la de las empresas, se puede resentir si no se marcan unas pautas claras a la hora de proporcionar acceso a todos nuestros datos. La capacidad tecnológica va a permitir mejorar en muchos ámbitos gracias al acceso y al análisis de estos datos, pero la necesidad de poner coto en algún punto es crucial. El Big Data pueda entrar en conflicto con la privacidad, pero no debería convertirse nunca en algo intrusivo para las empresas, profesionales o clientes finales.
El Big Data nos vigila, pero hay que marcar unas pautas de seguridad que impidan que se convierta en el temido Gran Hermano.
Desde Colt siempre trabajamos respetando la máxima privacidad de los datos que manejamos y con los protocolos de seguridad que nuestros clientes necesitan, para poder analizarlos de la mejor manera, pero teniéndolos siempre a buen recaudo. Es fundamental para nosotros garantizar la seguridad actual de los datos, pero también la elasticidad y visión de futuro necesarias para no perder nunca el pulso del big data, con sus grandes oportunidades y riesgos.
Make Do
22 September 2015
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