Los resultados de una reciente encuesta de Gartner sobre la velocidad de las aplicaciones de nube revelaron que un 36% de los encuestados culpan a la red cuando el funcionamiento es demasiado lento.
Las conexiones remotas, móviles y de oficina pueden volverse innecesariamente complicadas cuando se emplea una arquitectura WAN tradicional, lo cual tiene un impacto negativo sobre la latencia y con ello sobre la experiencia de usuario para los servicios basados en nube.
Puesto que cada vez más empresas adoptan aplicaciones de nube como Office 365, Salesforce y Dropbox, el volumen de tráfico desde las sucursales a la nube ha crecido exponencialmente.
Históricamente, la mayoría de las redes WAN se ha creado sobre un hardware a día de hoy anticuado e incapaz de gestionar el tráfico de nube actual.
Además, el tráfico de red entre las oficinas y las aplicaciones de nube se envía típicamente a un data centre corporativo y desde allí al exterior. Esto significa que el tráfico pasa por cortafuegos, servidores y otros lugares donde no sería necesario, en lugar de seguir la ruta más lógica, atravesando a veces ubicaciones no críticas hasta llegar a su destino.
Este tráfico de nube se enruta a través de la red WAN de la empresa y la pila de nube. Incluso aquellas firmas que cuentan con políticas de calidad de servicio (QoS) rara vez priorizan el tráfico en la red. Esto provoca que las aplicaciones basadas en nube se vuelvan lentas a causa de la latencia adicional.
Para los usuarios que simplemente navegan en la web esto no supone un gran problema (esperar un poco más mientras se carga una página de Facebook no hace daño a nadie). Pero sí puede afectar a la experiencia de usuario cuando se utilizan aplicaciones basadas en nube y un software como servicio (SaaS). Incluso pueden llegar a quedar inservibles.
SD WAN es la tecnología que utilizan cada vez más empresas para responder a los modernos patrones de tráfico con predominancia de nube desde sus sucursales. Combina distintos tipos de conexión, como MPLS, Internet, 3G/4G, etc. en una sola conexión tunelada. Esta selección dinámica de ruta permite la carga compartida entre las distintas conexiones WAN.
Lo que SD WAN hace es descentralizar este tráfico, direccionándolo directamente desde los centros de trabajo. Esto evita que el acceso a la nube quede bloqueado en la WAN. SD WAN le permite gestionar íntegramente este proceso mediante software, gracias a su tecnología incorporada de virtualización de las funciones de red (NFV).
El resultado final es una red híbrida donde los datos críticos (como el tráfico de nube) se separan y enrutan por la trayectoria de menor resistencia, aumentando eficientemente el ancho de banda disponible con las oficinas.
Lourdes Serrano
06 November 2017
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