Mercados de capitales: ¿cómo moverse en un ambiente volátil?
La volatilidad del mercado no es un fenómeno nuevo. Durante los últimos diez años, ha sido un tema cada vez más frecuente, impulsado en parte por el aumento de la negociación algorítmica. A medida que los algoritmos de trading asumen una mayor parte de la toma de decisiones y al hacer cálculos similares al mismo tiempo, los cambios en el mercado han ido en aumento.
Al mismo tiempo, las incógnitas que rodean al entorno económico y geopolítico actual también están aumentando la volatilidad en los mercados de capitales. La pandemia fue un gran desencadenante, creando incertidumbre sobre cómo continuaría (o podría continuar) la actividad habitual de los traders cuando tuvieran que trabajar desde casa. Cuando esta situación empezó a estabilizarse, llegaron los efectos del conflicto de Ucrania, aumentando la incertidumbre sobre los precios del petróleo y los cereales, afectando también a las cadenas de suministro de materias primas.
Por otro lado, el crecimiento de la inflación en todo el mundo afecta a algunos mercados más que a otros, trayendo consigo nuevos riesgos monetarios e inquietudes. Hace poco, el euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar en veinte años, con implicaciones perjudiciales para el precio de las importaciones en la eurozona.
Unido a esto, el hecho de que los bancos centrales estén reevaluando el apoyo a los mercados de bonos a través de la flexibilización cuantitativa, o el TPI del Banco Central Europeo, puede reducir la liquidez en algunos mercados, añadiendo aún más volatilidad.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas del mercado de capitales mitigar los efectos de este entorno volátil?
La tecnología de protección de la red puede proteger el comercio
Cuando todo está sujeto a cambios, el éxito reside en reducir el nivel de incertidumbre. La tecnología de supervisión de la red puede aportar seguridad y coherencia a las fuentes de datos y a las conexiones importantes para la negociación actual. De esta manera, los responsables de la toma de decisiones de los bancos y las empresas pueden confiar plenamente en los datos que reciben y mejorar su rendimiento comercial. Sin está supervisión, la competitividad se ve comprometida por el funcionamiento actual de los algoritmos de trading.
Muchos de estos sistemas se centran en las fuentes de datos. con una monitorización al microsegundo, si hay un problema con la fuente, el algoritmo puede cambiar a una fuente alternativa, por lo que no hay una caída en el flujo de datos. Los microsegundos cuentan en un entorno electrónico de ritmo rápido y pueden marcar la diferencia entre una operación con beneficios o con pérdidas.
En definitiva, la tecnología de monitorización ofrece una visibilidad constante, con una granularidad de hasta un microsegundo, del rendimiento de las fuentes de datos, la infraestructura y las plataformas de negociación. Gracias a esto, se aumenta el control en un entorno volátil.