Los factores que impulsan el nuevo cambio tecnológico
en los servicios de red
Desde que la tecnología irrumpió en nuestras vidas, cada avance actúa como un factor disruptivo que nos lleva hacia un mundo cada vez más conectado. Las distancias se han hecho más cortas, del mismo modo que la paciencia de los usuarios que demandan servicios cada vez más inmediatos. En esta revolución digital han jugado un papel imprescindible los servicios de redes que al igual que otros elementos se han ido adaptando a las exigencias del tablero de juego. En la actualidad siguen evolucionando en un constante cambio digital impulsado por factores tecnológicos, económicos y socioculturales.
Nadie es ajeno al ritmo frenético del sector tecnológico en su constante búsqueda por innovar. Es obvio que las redes deben adaptarse a estos nuevos cambios, es más, la relación es recíproca y de ellas dependen que estas novedades se implementen correctamente. Un ejemplo son las conexiones 4G, que están experimentando la transición al 5G multiplicando en un 250% la velocidad de las anteriores. Más allá de la velocidad, todo el engranaje tecnológico tiene que funcionar, ya que entran en juego las operadoras, las infraestructuras y los fabricantes de dispositivos que se desarrollan en torno al conocido Internet de las Cosas o IoT. Gracias a las altas cotas de velocidad de transmisión de datos se reducirá la latencia hasta valores cercanos al milisegundo y facilitará las telecomunicaciones sin retardo, la aclamada conducción automática o aplicaciones en el sector sanitario.
Además de los avances en tecnología, son los mercados financieros los que marcan el ritmo de nuestro crecimiento. De ellos depende la financiación de los proyectos pero aún más importante, de la investigación y el desarrollo. Con una economía globalizada, las infraestructuras de redes han cobrado especial relevancia ya que el éxito de algunas operaciones puede verse afectado por la velocidad de transmisión de información. Además, gracias a los servicios de red han aparecido nuevos actores en la economía como los las pequeñas y medianas empresas compitiendo en el comercio electrónico con las grandes plataformas. Sólo en el año 2016 éste tipo de transacciones aumentaron en un 20,1%. El nuevo tablero de juego queda configurado de una manera totalmente abierta para cualquier actor que quiera entrar a competir en él. La única premisa es la capacidad para adaptarse y desarrollar la actividad en el nuevo entorno.
Por último, es imprescindible hablar de los factores socioculturales. Pese a que globalmente el ser humano se está adaptando progresivamente a este nuevo entorno, es el mundo digital el que no debe perder de vista a las personas si quiere seguir evolucionando. Los servicios de red no sólo conectan empresas y administaraciones sino que van desde el ámbito más profesional al más cotidiano. En un mundo donde las distancias se han reducido los agentes del nuevo entorno quieren llegar a más lugares desde su origen y realizar transacciones con comercios a cualquier nivel. Y estas acciones se demandan con celeridad, nadie quiere esperar. Por ello se trabaja desde las empresas de infraestructuras en adaptar sus redes a la tecnología más novedosa y suplir las necesidades de sus clientes.
Es lógico pensar que un factor determinará un rumbo u otro pero no cabe pensar en la existencia de uno sólo. La tecnología se erigirá en la cúspide de la digitalización sin olvidar que su supervivencia viene determinada por la economía y el factor sociocultural. El éxito de su campaña se lo debe, en gran parte, a los servicios de redes que conectan cada uno de estos tres factores. Por ello, en esta rueda que nunca para de girar todo cuenta para entender la transformación tecnológica que experimenta el sector de redes de comunicación.
Make Do
25 October 2017
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