No son pocas las estadísticas que muestran la escala del problema planteado por el consumo global de datos, y todas ellas son inquietantes. El último informe Cisco Visual Networking Forecast and Methodology, 2016–2021 prevé que el tráfico IP de empresa crecerá con una tasa CAGR del 21% entre 2016 y 2021, con una adopción creciente de las comunicaciones de vídeo que representan una parte importante de este tráfico.
Sin embargo, lo que realmente está dinamizando la demanda de ancho de banda es el cambio empresarial hacia las aplicaciones basadas en web y el software como servicio (SaaS) El informe de Cisco destaca que el tráfico de internet de las empresas crecerá a un ritmo más de dos veces superior al tráfico IP WAN (definido por Cisco como el tráfico IP que no sale de la red WAN).
Y aunque las aplicaciones de internet son importantes, y en ocasiones una parte dominante de las TI empresariales, estas no representan la totalidad del tráfico ni lo harán en el futuro próximo. Esto quiere decir que las infraestructuras híbridas seguirán siendo la norma, impulsando una demanda creciente tanto de WAN privada como de conectividad a internet/nube simultáneamente —en este último caso, conectividad a nubes múltiples—.
Esto nos muestra la naturaleza compleja de la transformación digital. La criticidad de la interconexión global con este requisito de acceso simultáneo a infraestructuras ubicadas en centros y a servicios alojados en nube reafirma la importancia crucial de la red para la supervivencia.
Según el informe The Global Interconnection Index, publicado por Equinix en 2017: «A medida que los modelos de negocio se hacen más distribuidos y dependientes de la participación en tiempo real de muchos más usuarios, socios y proveedores, la capacidad de una compañía para convertirse en empresa digital se ha convertido en un asunto de supervivencia».
Equinix define el ancho de banda de interconexión para las empresas en transformación digital como la capacidad total suministrada para intercambiar tráfico de forma privada y directa mediante una serie de contrapartes y proveedores en nodos distribuidos de TI. La clave está en esa diversidad de ecosistemas y nodos distribuidos.
El modelo de infraestructura múltiple buscado por las empresas pone el foco en un elemento constante de la infraestructura que debe ser diseñado eficientemente: la conectividad. Una consideración importante es que en términos de conectividad no basta con la capacidad bruta. La calidad o las funcionalidades de la conectividad desempeñan un papel. Por ejemplo, los servicios de Comunicaciones Unificadas (UC), habituales actualmente en muchas organizaciones, tienen algunas funcionalidades muy sensibles a la latencia y la fluctuación de fase. Estos parámetros son los que reflejan el funcionamiento de la red y resultan afectados por tanto en una red con carga de tráfico. En última instancia, una red ocupada afecta negativamente a la calidad de un servicio UC.
De modo que, en conjunto, la necesidad de ofrecer conectividad para un mayor uso de las aplicaciones de internet y el acceso remoto, así como de garantizar el rendimiento adecuado de las aplicaciones, ejercen una enorme presión sobre la red.
Es evidente que se deberán interconectar ecosistemas diversos para que las empresas sigan siendo competitivas y esto posiblemente se conseguirá en un futuro próximo a través de infraestructuras híbridas complejas. Por ello, las empresas no deben concentrarse simplemente en el ancho de banda, sino en una conectividad inteligente que responda a los requisitos de la aplicación soportada. Los especialistas en conectividad, como Colt, pueden ofrecer una serie de opciones de conectividad adaptadas a cada caso en función de requisitos como la resiliencia, la capacidad, la latencia, la seguridad o el precio, entre muchos otros.
Lourdes Serrano
18 June 2018
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